El fluoruro de sodio es un compuesto que el ser humano usa, en pequeñas cantidades, ya sea en el mismo agua potable que ingerimos o en pastas dentales, con el fin de proteger los dientes, ya que remineraliza el esmalte, previene frente a la caries y tiene beneficios a nivel óseo. Siendo estos los beneficios del flúor, ¿por qué tanta controversia?.
Hoy el periódico sanitario Salut i Força publica una información facilitada por la odontontopediatra y vocal del Colegio Oficial de Dentistas de Baleares, CODB, Sara Moralejo, sobre la conveniencia de un aporte extra de flúor para protegernos de las caries. “Está demostrado que el consumo excesivo de flúor en el momento de formación de los dientes puede ocasionar fluorosis dental, lo cual provoca anomalías en la formación del esmalte. Por otro lado, el consumo de flúor en cantidades adecuadas logra aumentar la remineralización del esmalte dental, disminuye la prevalencia de caries y mejora la densidad ósea”, explica Sara Moralejo.
La fluorosis leve a nivel dental cursa con manchas blancas en parte de la superficie del diente, en casos más extremos de fluorosis grave puede afectar a toda la superficie, llegando a aparecer manchas más amarillentas y grietas. Dichas fisuras pueden causar sensibilidad y, a veces, aumentar la posibilidad de caries. Normalmente el problema suele ser únicamente estético pero aún así se debe acudir al odontopediatra para descartar que no sea otro tipo de dolencia que produce la mismas manchas blancas como hipoplasias, amelogénesis imperfecta o hipomineralización incisivo-molar (HIM), ya que éstas sí corren más riesgo de caries.
Pese a la polémica, la utilización adecuada de pastas fluoradas sigue siendo el primer escudo protector contra la caries en niños menores de 5 años.
“A raíz de estas discrepancias, las recomendaciones del odontopediatra con respecto al flúor, en los últimos años, han sufrido cambios. Son muchos los profesionales que a día de hoy aún no manejan una opinión firme al respecto”, apunta la Dra Moralejo.
En España el agua no está fluorada y la cantidad de flúor que tienen nuestras aguas muestra gran variabilidad de una zona a otra, de ahí la importancia del uso de pastas fluoradas contra la caries.
“Las pastas fluoradas han sido siempre recomendadas como parte de la fluorización de los niños”, recuerda la especialista en odontopediatría “la controversia viene a raíz del posible uso inadecuado de estas, que puede contribuir a la ingesta de las mismas, sobre todo en niño que aún no sabe escupir adecuadamente, normalmente menores de 3 años. Ahí es cuando los beneficios pueden verse afectados por muchos factores, la concentración, la frecuencia de cepillado, cantidad de pasta o técnica…”
Pese a las discordancias, la utilización adecuada de pastas fluoradas es recomendada desde la aparición del primer diente y sigue siendo el primer escudo protector para evitar la caries en infancia temprana (CIT) en niños menores de 5 años.
Por otro lado el fluoruro ingerido en aguas ayuda en la odontogénesis o maduración pre-eruptiva, pero en cuanto al flúor en pastas afecta al esmalte una vez ya está en la cavidad bucal, o sea en dientes ya erupcionados, de ahí que se recomienden dichas pastas desde la primera pieza dental.
En el caso de principio de caries de esmalte el flúor también es un método para intentar frenar el crecimiento de esta.
El odontopediatra definirá, en cada caso, la necesidad de aplicar barniz de flúor al niño como método complementario a la prevención de la caries.
“La caries es la enfermedad más prevalente de España en niños, se trata de un problema de salud pública y con tan sólo una buena prevención que incluya una higiene a conciencia con pastas de dientes fluoradas, la visita al odontopediatra una o dos veces al año y la aplicación de flúor en consulta, también, si es necesario, la caries es totalmente evitable”, aconseja Moralejo.
La concentración de flúor en pastas dentales con evidencia científica en prevención de la caries es de mínimo 1000 ppm, menor concentración no protege eficazmente contra la caries. Hay que tener en cuenta que el etiquetado por edades de las pastas no siempre es el correcto con respecto a la concentración de flúor.
Otro de los problemas radica de ahí mismo, ya que pocas pastas dentales infantiles presentan concentraciones de flúor capaces de prevenir la caries dental.
En niños menores de 3 años se recomienda la cantidad de un grano de arroz, ya que es más posible la ingesta de una cantidad significativa de dentífrico durante el cepillado. “Es muy importante el conocimiento y la colaboración de los padres en el cepillado de sus hijos, usando una cantidad adecuada de pasta y un correcto manejo de la técnica. Tienen que levantar el labio del niño para poder acceder bien a las piezas anteriores y, una vez tengan muelas, es importante comprar un cepillo de cabezal más grande para poder acceder mejor a ellas. Se deben cepillar mínimo dos veces al día, y justo después de la comida y mínimo esperar media hora antes del pecho en el caso de lactantes. Y nunca enjuagar después del cepillado”, recomienda Sara Moralejo.
En última instancia la revisión con el odontopediatra definirá cada caso y se le aplicará barniz de flúor al niño en las revisiones como método complementario a la prevención de la caries.
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