Un 17% de la población de Baleares tiene más de 65 años, lo que subraya la importancia de adaptar los servicios de salud dental a las necesidades de los mayores.
A través de una combinación de buenas prácticas de higiene, revisiones regulares, adaptaciones para problemas psicomotrices y una alimentación adecuada, es posible mantener una boca saludable y funcional a lo largo de la vejez.
La integración de servicios de atención dental a domicilio y el uso de tecnologías emergentes como la teleodontología pueden marcar la diferencia en la accesibilidad y eficacia del cuidado dental para los pacientes mayores.
Esta semana el periódico sanitario Salut i Força ha publicado un reportaje sobre cómo abordar la salud oral del paciente mayor en la actualidad. Una información que ha aportado la Dra. Susane Herrero Tarilonte, secretaria del Colegio Oficial de Dentistas de Baleares, CODB. Transcribimos el texto íntegramente para facilitar su lectura:
"El envejecimiento es un proceso natural que trae consigo múltiples cambios en el cuerpo humano y la salud oral no es la excepción. Con el aumento de la esperanza de vida, el cuidado dental en pacientes mayores se ha convertido en una prioridad para los profesionales de la odontología. La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) recomienda, al menos, dos visitas al dentista por año para pacientes mayores.
Las campañas de concienciación han mejorado las visitas regulares, pero aún hay un 20% que no lo hace con la frecuencia recomendada.
La salud oral en edades avanzadas, como es natural, depende en gran medida de las acciones preventivas y cuidados que haya tenido el paciente a lo largo de su vida. Es posible llegar a la vejez en un buen estado, si se han tenido los cuidados adecuados más allá de las características propias del envejecimiento.
“No quiero tratamientos largos, complicados y costosos. Ya no me compensa”.
Los profesionales de la salud debemos tener en cuenta el momento vital tan delicado de nuestros pacientes, no sólo desde un punto de vista técnico, sino también humano. Con pacientes muy mayores es frecuente oír en la consulta que no quieren tratamientos complicados o costosos porque sienten que les queda poco recorrido. Por eso es importante escuchar bien sus necesidades y asesorar desde la empatía y el respeto.
Por regla general, a medida que envejecemos disminuyen las exigencias estéticas y se prioriza la funcionalidad y la comodidad. Resumido en una frase común: “Doctora, quiero poder comer bien y no tener dolor”.
La vejez y las pérdidas más frecuentes
La realidad es que nos encontramos con una prevalencia mayor de ciertas patologías en estos pacientes.
En la vejez, la pérdida dental es común debido a enfermedades periodontales, caries no tratadas, traumatismos a lo largo de la vida, dientes fisurados por sobrecarga, etc.
Aproximadamente el 30% de las personas mayores de 65 años han perdido todos o muchos de sus dientes naturales.
Por otro lado, los tejidos que soportan los dientes pueden verse afectados por la enfermedad periodontal, prevalente en pacientes mayores. Alrededor del 70% de los adultos mayores de 65 años sufren algún grado de enfermedad periodontal. También es frecuente que la producción de saliva disminuya con la edad (xerostomía) como efecto secundario de medicamentos, disminución de la actividad de las glándulas salivares o deshidratación, lo que aumenta el riesgo de caries, enfermedad periodontal y disconfort en los portadores de prótesis . El 30% de las personas mayores experimentan xerostomía. Para combatirla, se recomienda beber agua frecuentemente y utilizar sustitutos de saliva o productos específicos para estimular la producción salival como masticar chicle sin azúcar.
Nos solemos encontrar con problemas protésicos.
La pérdida de soporte óseo propio del envejecimiento provoca desajustes de las prótesis que requieren adaptarlas de forma periódica. Es importante que mantengan una buena higiene de sus prótesis para evitar infecciones por hongos y malestar.
Muchas personas mayores padecen condiciones sistémicas como diabetes, enfermedades cardíacas y osteoporosis, que pueden tener un impacto directo en la salud oral. Los dentistas tenemos que considerar la interacción entre los tratamientos dentales y los medicamentos que los pacientes mayores pueden estar tomando para otras condiciones de salud.
Cepillos adaptados para pacientes con problemas de psicomotricidad.
Así mismo, con el envejecimiento, muchos pacientes desarrollan problemas de psicomotricidad, que afectan la capacidad de realizar movimientos precisos y coordinados. Esto puede dificultar la higiene oral diaria, como el cepillado y el uso del hilo dental. Para aquellos con limitaciones físicas, se pueden considerar cepillos eléctricos, cepillos de dientes con mangos más grandes o ergonómicos, dispositivos de asistencia para el uso del hilo dental y enjuagues bucales para complementar la higiene oral. También los cuidadores en el domicilio o en instituciones deben ser entrenados para ayudarlos.
Visitas a domicilio y teleodontología
Cuando nuestros mayores tienen problemas de movilidad, se dificulta el acceso a las clínicas dentales. Esto incluye a pacientes encamados, en sillas de ruedas o aquellos en instituciones como residencias. Las barreras físicas y logísticas pueden impedir que estos pacientes reciban la atención dental regular que necesitan. Es fundamental establecer servicios de cuidado dental a domicilio y a instituciones. Muchos dentistas ofrecen visitas externas, especialmente útil para aquellos que no pueden desplazarse a una clínica dental.
Por otro lado, la teleodontología está emergiendo como una herramienta útil para el cuidado de la salud oral en pacientes mayores con dificultades de desplazamiento. A través de consultas virtuales, los dentistas pueden evaluar problemas, dar consejos y planificar tratamientos, minimizando la necesidad de visitas físicas a la clínica.
La salud oral también tiene un componente psicológico significativo.
La pérdida de dientes y otros problemas bucales pueden afectar la autoestima y la calidad de vida de los pacientes mayores. En estos casos es necesario un enfoque integral que incluya apoyo emocional y psicológico.
Según un estudio del Ministerio de Sanidad, el 25% de las personas mayores tienen deficiencias nutricionales que afectan su salud oral. Por eso es importante una dieta equilibrada rica en vitaminas y minerales, evitando el consumo excesivo de azúcares y alimentos ácidos.
Al igual que en otras comunidades de España, la población de Baleares está envejeciendo. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), un 17% de la población de Baleares tiene más de 65 años, lo que subraya la importancia de adaptar los servicios de salud dental a las necesidades de los mayores.
En conclusión
La salud oral del paciente mayor requiere atención y cuidado especializado. A través de una combinación de buenas prácticas de higiene, revisiones regulares, adaptaciones para problemas psicomotrices y una alimentación adecuada, es posible mantener una boca saludable y funcional a lo largo de la vejez. Los profesionales de la odontología tenemos que jugar un papel importante guiando y apoyando a nuestros pacientes en este camino hacia una mejor calidad de vida, especialmente aquellos con limitaciones de movilidad o residentes en instituciones.
La integración de servicios de atención dental a domicilio y el uso de tecnologías emergentes como la teleodontología pueden marcar la diferencia en la accesibilidad y eficacia del cuidado dental para los pacientes mayores".
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