El equipo de clínicas adscritas al Servicio de Urgencias Dentales, que coordina el Colegio de Dentistas de Baleares, CODB, está atendiendo cada vez más casos durante los fines de semana y los días festivos en nuestro archipiélago, cubriendo, de esta forma, una necesidad sanitaria ámpliamente demandada. Los últimos casos atendidos han sido dos endodoncias, la recementación de un puente dañado y el tratamiento de una pulpitis aguda.
Pulpitis aguda. Imagen: Gaceta Dental
¿Qué es la pulpitis?
La pulpa dental (o nervio) es el tejido blando que se encuentra dentro del diente, protegida por la dentina y el esmalte, ya que en su interior se encuentran nervios, vasos sanguíneos y tejido conectivo, que son los encargados de nutrir al diente. Cuando se daña se puede producir una pulpitis o inflamación de la pulpa.
¿Qué pasa si no se trata una pulpitis rápidamente?
Si se produce una pulpitis y la pulpa se contamina, se puede provocar una infección que afecte además del diente, a estructuras vecinas como encías y hueso, pudiéndose extender a otras zonas. Por ello es importante detectar y tratar las pulpitis cuanto antes y poder conservar la pieza dental.
Existen dos tipos de pulpitis: pulpitis reversible e irreversible.
La pulpitis reversible se caracteriza por una inflamación leve de la pulpa y dolor agudo solo cuando la pieza afectada entra en contacto con un estímulo de frío o dulce. Cuando el estímulo cesa, el dolor también.
Es importante encontrar la causa de la inflamación de la pulpa y tratarla, para evitar males mayores. Además es importante comprobar la oclusión o forma de mordida, para evitar que existan sobrecargas en la zona y que han de ser corregidas.
En el caso de la pulpitis irreversible, la inflamación de la pulpa es intensa, y lo más habitual es que provoque un dolor intenso y constante que aparece no sólo tras un estímulo, sino incluso espontáneamente. En estados muy avanzados también puede ir acompañada por la supuración de pus, causando mal olor y mal sabor de boca.
Cuando se padece una pulpitis irreversible lo más habitual será llevar a cabo un tratamiento de endodoncia o incluso reendodoncia. Como última instancia, si no se puede realizar una endodoncia o éstas no han sido capaces de solucionar el problema, se procedería a la extracción de la pieza dental afectada.
¿Cómo evitarlo?
La mejor manera de prevenir la pulpitis es impidiendo que aparezcan las caries. Es decir, manteniendo una higiene y un cuidado dental adecuado así como acudir a las citas de revisión regularmente con el dentista.
También hay que evitar en la medida de lo posible golpes y traumatismos en los dientes, por ejemplo, practicando deporte de contacto, en estos casos es recomendable usar protectores bucales.
Además se debe evitar morder alimentos duros o abrir envases con los dientes, para prevenir posibles fisuras o fracturas.
En el caso de que padezcas bruxismo, debes acudir a tu dentista periódicamente para revisar el estado de tus piezas.
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